20 de Noviembre de 2024
 
20 de Noviembre de 2024
 
Un héroe sin capa en la atención oncológica infantil
El doctor Gallegos lucha contra la leucemia infantil en México

- /

Angélica Cristiani | Xalapa, Ver. | 21 Ago 2024 - 10:23hrs

En las entrañas de la Clínica de Leucemias del Servicio de Hemato Oncología Pediátrica del Hospital Civil de Guadalajara “Dr. Juan I. Menchaca” que a menudo se siente como un laberinto de incertidumbre, un héroe surge cada día con la primera luz del amanecer. No lleva una capa mágica ni vuela por los cielos, pero su presencia es tan poderosa como la de cualquier superhéroe de los cómics.

Él es el doctor Sergio Gallegos, un médico que, con su humanismo y corazón de servicio, se enfrenta a una de las batallas más arduas y dolorosas de nuestro tiempo: la lucha contra la leucemia infantil en México.

Cada mañana, antes de iniciar su jornada, el Gallegos se transforma en un superhéroe diferente. No lo hace por vanidad, sino por un profundo compromiso con sus pequeños pacientes, aquellos valientes que enfrentan al monstruo del cáncer con una sonrisa en sus rostros.

Se disfraza de Superman, Batman o Spiderman, convirtiendo los fríos pasillos del hospital en el escenario de una historia de esperanza. Los niños, que lo esperan con ansias, lo ven llegar con ojos llenos de asombro, y en ese instante, el miedo se desvanece siendo reemplazado por una chispa de valentía.

Pero su traje es solo la primera capa de su magia. Su verdadero superpoder reside en la calidez con la que toca la vida de cada niño, en la dedicación con la que lucha por mejorar la atención médica en un país donde los recursos son limitados y la burocracia a menudo se convierte en un villano más.

El especialista no solo cura con medicina; cura con amor, con el simple gesto de tomarse el tiempo para escuchar, para consolar, para estar presente. En cada sonrisa que arranca, en cada lágrima que seca se revela el verdadero alcance de su misión.

Más allá del disfraz, el Dr. Gallegos es un guerrero incansable por la justicia, no la que se impone con leyes, sino la que se conquista con el corazón. Ha impulsado reformas, ha levantado su voz por aquellos que son escuchados y ha educado a las generaciones futuras de médicos en la importancia de tratar a los pacientes con dignidad y compasión.

En un mundo donde las cifras y las estadísticas suelen eclipsar las historias humanas, él recuerda a todos que cada niño es un universo, un sueño por cumplir.

Su labor no es solo la de un médico, sino la de un verdadero héroe en el más puro sentido de la palabra. Su lucha diaria es un recordatorio de que, aunque la vida puede ser brutal y el destino incierto, siempre habrá un rayo de luz que penetre la oscuridad.

Ese rayo, para tantos niños en México, tiene nombre y apellido, y se viste cada día con el uniforme de un superhéroe que combate el mal con una sonrisa y una mano siempre extendida hacia la esperanza.