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Agencias | India | 06 Oct 2023 - 12:08hrs
Las súbitas inundaciones en Sikkim, en el norte de la India, desatadas por el desbordamiento de un lago glacial y las fuertes lluvias, han arrastrado explosivos y munición militar que han matado a una persona, por lo que las autoridades locales han hecho un llamamiento para extremar las precauciones.
En total, cerca de una veintena de residentes del estado norteño han fallecido por la crecida de las aguas del río Teesta, y más de un centenar siguen desaparecidos mientras los equipos de rescate trabajan a contrarreloj por segundo día consecutivo.
Una persona murió y otras cinco resultaron heridas, todas pertenecientes a la misma familia, por la explosión de una granada de mortero en el distrito de Jalpaiguri, en el vecino estado de Bengala Occidental, explicó a EFE el superintendente adjunto de Policía Wangden Bhutia.
Las autoridades de Sikkim, con gran presencia militar y estratégicamente importante para la India al compartir frontera con China, han dado la voz de alarma por los explosivos y munición militar arrastrados por la corriente.
"Estas municiones no deberían ser manipuladas o recogidas, ya que pueden explotar y causar graves heridas. Si uno de estos objetos es avistado, hay que alertar al recaudador de impuestos del distrito o al centro de operaciones de emergencia", indicó el secretario de la Autoridad para la Gestión de Desastres de Sikkim, Anil Raj Rai, en una orden.
Pero las aguas del río Teesta no solo han arrastrado explosivos a Jalpaiguri. Numerosos cadáveres fueron rescatados al paso del río por el distrito, explicó Bhutia.
"Estamos compilando los datos, así que no tenemos una cifra confirmada en este momento", dijo el superintendente adjunto de Policía.
Estos fallecidos vendrían a sumarse a los 19 reconocidos oficialmente, entre ellos seis militares, hasta ahora por el estado vecino de Sikkim.
Al menos 103 personas continúan desaparecidas en varios distritos de Sikkim, y cerca de 2 mil 500 han sido evacuadas, como consecuencia de una crecida de las aguas que destruyó más de una decena de puentes y sepultó vehículos y hogares a su paso río abajo.
Las súbitas inundaciones, entre las peores en la historia de esta región fronteriza con Nepal, China y Bután, tuvieron lugar a principios de esta semana tras el desbordamiento del lago glaciar Lhonak.
Unido a una semana de intensas lluvias en la región, la brecha de este lago se llevó por delante hogares y carreteras y desbordó la presa hidroeléctrica de Chungthang, provocando una crecida de entre cuatro y seis metros de altura.
El colapso de esta presa, con capacidad para generar mil 200 megavatios y una de las mayores de su tipo en el país asiático, amplificó la súbita crecida.
Las intensas lluvias causan cada año importantes pérdidas humanas y materiales en los países del sur de Asia, especialmente durante el periodo del monzón entre mayo y septiembre. Además, el aumento de las temperaturas globales causado por el cambio climático amenaza con multiplicar los incidentes de desbordamientos glaciales.