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Agencias | Ciudad de México | 02 Oct 2023 - 14:49hrs
Zapatos de plataforma negros con detalles brillantes, un “jumpsuit” negro con estampado de cadenas doradas y plateadas y una enorme sonrisa, como una gran anfitriona, nos recibió la mismísima Santa Wendy de “Las Perdidas”, lista para compartir con MILENIO esta nueva etapa en su vida y en su carrera, dispuesta a bendecir el amor.
La ganadora del “reality”, que sumó 18.2 millones de votos del público solo en la noche de la final, es una mujer que inspira y respira franqueza y transparencia; dice las cosas como las piensa, sin filtros; y esta es una de las razones por las que la gente la admira.
Y así, natural y directa confirma que no busca ser un ícono ni se considera símbolo de nada, solo quiere compartir sus vivencias y conectar con historias similares a las de ella.
“La verdad no me considero un ejemplo, si acaso soy reflejo de la vida de muchas chicas trans y de chicos de la comunidad gay; soy un espejo de historias de vida en las que hemos tenido situaciones similares. No me gusta ser ejemplo, mana, porque cuando cometes un error te crucifican, y eso es muy fuerte. Sí hemos puesto un granito de arena, como en aquellos tiempos conocí a La Vogue y a Francis; cada una hemos visibilizado más a nuestra comunidad trans y gay”, mencionó Wendy durante la plática.
Ella ha reiterado en varias ocasiones que es mejor mostrarse tal cual es, sin temor a las críticas, pues estamos en una época en la que no deberían existir las poses, los fans buscan la autenticidad.
Incluso al lidiar con el “hate” que muchas veces puede perjudicar hasta la salud mental y emocional de las personas, Wendy ahorita no está pelando los mensajes de odio, y manda un mensaje a las familias para apoyar a sus hijos.
“Aún no terminamos la lucha contra la homofobia y la transfobia; la sociedad te insulta, se burla de ti cuando eres una chica trans, cuando eres gay, pero si tu familia te apoya, da todo por ti, los demás terminan valiéndote tres hectáreas de ya sabes qué. Las burlas y la discriminación nos vienen valiendo madre, la familia es un motor súper fuerte, hay gente buena pero también mala”, señaló.